domingo, 12 de enero de 2020

Lejos del flashmob

De pequeño (y de eso hace ya un tiempo), me flipaban aquellos numeritos musicales insertados en las producciones de Hollywood donde de pronto, un personaje empezaba a cantar y a bailar y todos cuanto estaban alrededor se cogían a rueda. Era fantástico y tan natural a mis ojos de entonces. Después todo fue cambiando y poco a poco, como el que despierta de un sueño, aquella percepción de naturalidad se fue disipando, se volviendo menos idílica y más ridícula.  Sin duda, empezaba a descubrir el mundo y lo que descubría no parecía coincidir en nada con aquello.



Hoy guardo con cariño algunas imágenes en mi mente de aquellas películas donde además, sabías quien era el bueno y quien el malo y donde parecía que todo era sencillamente bonito y cercano a la perfección.


Hoy ya no hay quien se aclare y hasta ¨los buenos" pueden ser personajes sin escrúpulos que asesinarán a quien haga falta sin pestañear. Tal vez mi vida (y la tuya), se parece más a las películas de hoy ahora que hemos crecido y tal vez, sólo tal vez, tengamos en ocasiones la sensación de vivir en una especia de matrix en la que todo esta programado y donde la espontaneidad creativa y asociativa se ha perdido y queda ya en un plano inalcanzable. Tal vez, aquellos números musicales a modo de flashmob de la época ya nos querían decir algo que aún no hemos interpretado correctamente, o simplemente, eran faldas de colores al vuelo. De verdad, no lo sé, pero aquí, en la pequeña ciudad donde vivo no se hacen flashmobs, y a veces, sólo a veces, se echan de menos, como aquellas noches de verano.





Juan Carlos López Carbonell

martes, 25 de octubre de 2016

ADIESTRAMIENTO

Hace unos meses (el 26 de enero de 2016) y a raíz del comentario de un tercero a una conocida sobre el empleo de la palabra adiestramiento y con el fin de censurar cierta publicación , no pude menos que contestarle y publiqué en mi Facebook mi opinión al respecto. Hoy la dejo en este espacio tan variado.

Durante los últimos años (demasiados ya), el refinado uso del lenguaje metafórico y eufemístico para tratar de ser “políticamente correcto” raya en la estupidez más absoluta firmemente respaldada por la ignorancia más feroz.  Cada cosa tiene, al menos, un nombre y cada palabra puede tener varias acepciones. Si la venda en los ojos y el corsé cerebral oprimen hasta el punto de rebuscar de manera deliberadamente malintencionada la acepción más fea, despectiva, negativa u ofensiva, no es por el uso, si no por la falta de conocimiento o el exceso de estupidez y mala intención del receptor del mensaje y su especial condición.  La borrachera de los “correctos” nos ha llevado a escuchar estupideces como miembros y miembras entre otras muchas que no reproduciré por respeto a la lengua y porque trato de olvidarlas. Yo mismo he sido víctima social de estas prácticas abusivas y como sucede en los casos de secuestro (físicos o de voluntad) he sufrido el Síndrome de Estocolmo llegando a agradecer las “caritativas correcciones” como el sumiso la fusta; ¿pero sabes que?. Me he cansado de gilipolleces y de que cuatro “eruditos” me anden tocando los huevos con sus acepciones libremente manipuladas.   A quienes me conocéis os puede extrañar esta publicación y por ello, os voy a contar la última de hoy. Si, de hoy mismo.Como ya sabéis por mis publicaciones o porque podéis conocerme, hace años que participo en el ADIESTRAMIENTO DE TRIPULACIONES DE SALVAMENTO, y si, se llama ADIESTRAMIENTO.  Esta palabra en cuestión es la que hoy se pone en duda. Parece ser que a algunas personas les parece “inapropiado” su empleo cuando se refiere a personas y consideran que debe quedar circunspecta al “entrenamiento” que reciben los animales y que por ello consideran que emplearla con personas es tratarlos como animales. Es cierto que las opiniones son como los culos y cada uno tiene el suyo, no obstante, a esas personas que no tienen repajolera idea de lo que hacemos, quiero lanzarles un mensaje. Cuando estas de noche con un par de compañeros, en el mar buscando a una persona desaparecida y tienes olas de 5 metros que ni ves venir, tu compañero es tu vida y la formación, la previa adquisición de habilidades y destrezas es vital para poder encontrar a esas persona y regresar todos sanos y a salvo a puerto. Esa persona que está a tu lado y tu mismo dependéis de vuestro ADIESTRAMIENTO y no imaginas si no lo has vivido, la estrecha relación personal de respeto que surge en tales situaciones.Hoy a alguien se le ha ocurrido sugerir que mis compañeros y compañeras reciben el nivel de “animales” al recibir este adiestramiento que les permite salvar vidas. Personas cuya HUMANIDAD va más allá y que otros se atreven a juzgar desde el sillón de su casa, en seco, cómodos y como jueces divinos. Para esos, que lo sepáis, vuestras opiniones no cambian el mundo, es más, de hecho a mi, me la traen al pairo (busca en el diccionario, en la P, concretamente). En la dirección siguiente http://definicion.de/adiestramiento/ podréis encontrar el conocimiento que parece habéis perdido en aras de lo “políticamente correcto” y cuyo camino deberíais abandonar para empezar emprender el de ser “moralmente correcto”Para finalizar y a modo de resumen, a todos aquellos que por cogérsela con papel de fumar ni se la sienten, que se formen, instruyan y para tan refinadas tareas, se procuren un buen ADIESTRAMIENTO que no todo es entrenamientoOs dejo mi definición favorita.  “En otro ámbito, el adiestramiento de personal es un proceso continuo, sistemático y organizado que permite desarrollar en una persona las habilidades, los conocimientos y las destrezas necesarias para desempeñar un trabajo en forma eficiente. Se supone que el adiestramiento completa el proceso de selección, al instruir al nuevo empleado sobre las características propias de su trabajo. Es importante distinguir entre adiestramiento y entrenamiento. Mientras que el primero consiste en el correcto aprendizaje de habilidades, el segundo es la repetición mecánica de una acción.”  

Adiestrar: verbo transitivo 1. 1. Enseñar a alguien a ser diestro en algo, especialmente en una habilidad manual, un ejercicio físico, etc. "adiestró a los alumnos en el manejo del arco; les ha adiestrado en el arte de deshacer su asentamiento en tres minutos" adiestrar v. tr. 1 Enseñar a desarrollar una habilidad manual o un ejercicio físico: adiestró a los alumnos en el manejo del arco. — v. prnl. 2 adiestrarse Hacerse diestro en una habilidad manual o un ejercicio físico.Por si quedan dudas…Resultados de la búsqueda Clausura del XII curso de la Escuela de Lexicografía Hispánica http://www.rae.es/…/clausura-del-xii-curso-de-la-escuela-de… ... en un curso académico y dividido en tres módulos, pretende adiestrar a los alumnos en todos los procesos y fases de la elaboración de ... - See more at: http://www.rae.es/search/node/adiestrar#sthash.xdevOs9g.dpuf

y podría seguir poniendo ejemplos, pero creo que si has llegado hasta aquí ya lo tenías claro y que el ignorante no habrá realizado tan elevado esfuerzo, por lo que ya no es necesario continuar.

Saludos.

sábado, 6 de febrero de 2016

¿Titeres del infierno?

Siempre he pensado que tenía suerte de no vivir en Madrid. Es una ciudad preciosa pero…. no. No es para mi. Demasiado ajetreo y más desde la llegada de la Sra. Carmena y su equipo de desinformados pasionales. Y es que hoy me he levantado con dos noticias que, pese a ser completamente diferentes, una a otra se refuerzan y tienen en común al ayuntamiento de Madrid y su polémica Alcaldesa, una vez más.


Me explico. Por un lado, Dña. Carmena decide quitarle la placa al Ex-presidente Nacional de Cruz Roja Española, D. Enrique de la Mata Gorostizaga   porque, al parecer, lo ha confundido con un ministro del franquismo; y la otra, la escandalosa e intolerable contratación de un grupo de ¿payasos? para celebrar el carnaval con una función infantil con títeres. No. Eso no es malo en si, lo jodido del tema es que nadie se informó del contenido de la función con la que estos muchachos pensaban “deleitar” a su público infantil; la ejecución de un juez, una embarazada apuñalándose el vientre, y entre otras situaciones edificantes y como broche de oro, un cartel de “Gora ETA”. Tendrá que decir la justicia algo pero así, a bote pronto y sin saber demasiado de nada, juraría que, al margen de que pueda resultar no apto para un público infantil, a mí me da que podría ser apología del terrorismo, sin ser realmente lo peor, que al fin y al cabo, los niños no tienen ni idea de que significa ni cuantas muertes lleva a su espalda la puta frase. Y de ese tema, de porqué los adultos nos escandalizamos con unas cosas mientras con otras realmente dañinas desde el momento cero para un niño parece que les restamos importancia, ya hablaremos otro día, que hay mucho de que hablar y la prensa lo pasa por alto. En fin… otra cosa a valorar de todo esto.

Una vez más, la falta de información, de criterio y esa extraña sensación que algunos reducidos grupos perciben de amparo más allá de lo que las leyes permiten por el hecho de tener representantes en los diferentes estamentos de las estructuras del estado nos está llevando a ver como suceden este tipo de situaciones.

Personalmente, no entiendo de política ni lo pretendo, pero hay situaciones que no deben permitirse y en las que un “no lo sabía” o incluso “no lo sabíamos” (que así parece que queda más diluida la responsabilidad) no pueden ser la excusa.

No sé a vosotros, pero a mi, si un día tenía un examen en el cole y suspendía, la excusa de “Es que no sabía que tenía examen” no me libraba del suspenso.  Señores y Señoras que dicen dedicarse a la política; “Es que”, “Creí que” y “Yo no sabía” no son excusas. Infórmense, actúen acorde a ley y dejen de tocar la flauta (las narices y de pasear al perro de paso) que los ciudadanos somos quienes en cada caso, les hemos dado la oportunidad de gobernar para que se dediquen a la administración de las cosas que les competen y dejen de perder el tiempo con cosas que sólo benefician a sus amigos, votantes o su ego personal. La ciudadanía somos todos, les hayamos votado o no.


Os adjunto los enlaces para que os informéis vosotros mismos y no hagáis como Carmena.